Tutti frutti

TUTTI FRUTTI

Zafiros, rubíes y esmeraldas grabados o esculpidos en forma de hojas, brotes o bayas, tallados como cabujones o cuentas lisas o acanaladas: las creaciones Tutti Frutti son emblemas del estilo Cartier desde hace un siglo. Una inspiración de origen indio más viva que nunca para la Maison, apasionadamente comprometida con la exploración de estos juegos de volumen, color y forma.

PIEZAS HISTÓRICAS

Pulsera tutti frutti Cartier paris, 1925
collection Cartier

A partir de los años 20, las piedras preciosas talladas comenzaron a combinarse en composiciones de gran riqueza. Hasta entonces, se empleaban por separado y se describían como "follajes" en los archivos de la Maison. Esta pieza montada en platino presenta diamantes, zafiros, esmeraldas y rubíes en forma de hojas o bayas salpicados con ónix y esmalte negro.

Collar hindú, 1936
collection Cartier

Este collar, realizado por Cartier a petición de Daisy Fellowes en 1936 y modificado en 1963, plasma la deslumbrante belleza de Tutti Frutti. Su diseño, compuesto por piedras antiguas aportadas por su dueña, rinde homenaje a la joyería tradicional india, inicialmente con un cordón en lugar de un cierre en la parte trasera.

CREACIONES DE HOY

El collar Rajasthan, 2016

Este espectacular collar, compuesto por una hilera de cuentas de esmeraldas de Afganistán de 343,68 quilates, se despliega con un sinfín de rubíes, zafiros y esmeraldas realzados con diamantes. En el centro, una esmeralda de Colombia de 136,97 quilates revela motivos florales probablemente tallados en los célebres talleres de Jaipur (India).

El collar Maharajah 2020

Una esmeralda hexagonal de 43,73 quilates y otras dos con un total de 86,96 quilates procedentes de minas de Colombia establecen el tono. A ellas se suma el colgante en forma de "racimo" compuesto por 19 gemas, un elemento poco frecuente en la Alta Joyería. Una construcción audaz diseñada con suma rigurosidad que puede lucirse de hasta 8 maneras. Un deleite para los ojos y el espíritu.