El Savoir-faire

Combinar la Alta Joyería y la relojería: una evidencia para Cartier, que aúna sus dos oficios fundadores. Por un lado, la excepcionalidad de las piedras y el savoir-faire de los talleres. Por el otro, la relojería y su exigencia de precisión.

La pantera apareció por primera vez en Cartier en 1914 en la caja de un reloj femenino: para esta primicia, Cartier eligió la abstracción de un motivo de manchas, una referencia al pelaje del felino. Emblema de la Maison, la pantera Cartier se reinventa con el paso del tiempo. Figurativas, gráficas o abstractas, sus apariciones solo sirven para un propósito: restaurar la vitalidad del animal.

Existen numerosos vínculos entre la joyería y la relojería Cartier, desde un punto de vista estilístico y técnico. Los descubrimientos se comparten y se enriquecen entre ellos, como el engaste llamado "tembloroso" utilizado en joyería desde finales del siglo XIX, que permite a Cartier mover libremente los diamantes liberándolos de la restricción del engaste. Esta técnica, que maximiza el brillo y la luminosidad de los diamantes, se traslada a la relojería en 2015 con la creación del engaste vibrante. Dicho engaste invade el espacio de la esfera de un reloj y 123 diamantes móviles cobran vida.