Pasión por las piedras
La historia entre Cartier y las piedras se caracteriza por la intensidad. Así lo demuestran los rigurosos criterios de selección de la Maison, que van más allá de las normas utilizadas en la industria; el savoir-faire al servicio de su belleza; su compromiso con el suministro responsable; y la atención que Cartier invita a brindarles día a día.
Más allá de las normas universales
Cuando se trata de piedras, todos los joyeros del gremio se rigen por las mismas normas universales de calidad. Cartier se distingue por redoblar la exigencia de sus criterios de selección. Por ejemplo, la Maison es extremadamente rigurosa con la talla de las gemas, ya que de ello depende la distribución de la luz en las piedras y su elegancia.
Cartier cuenta con su propio equipo de expertos, cuyo savoir-faire es fruto de un largo proceso de aprendizaje interno, en el que cada nueva generación recibe formación de la anterior. La transmisión de los conocimientos pule este talento exquisito, una mirada única que permite encontrar las piedras dignas de ser engastadas en una creación Cartier.
La Maison trabaja con laboratorios de certificación independientes reconocidos universalmente en el sector. Al mismo tiempo, Cartier es una de las pocas joyerías que dispone de un laboratorio interno, cuyo objetivo es realizar sus propios análisis y elaborar protocolos adecuados.
Un savoir-faire característico
Una vez seleccionada, la piedra se convierte en el centro de atención de todos los artesanos de Cartier, unidos en torno a un único objetivo: sublimar su belleza.
El lapidario, maestro de la talla, revela los secretos ocultos que la caracterizan: el juego de luces, los matices cromáticos o la cristalización. La emoción que siente el diseñador inspira el esquema de la creación, que el joyero, a su vez, transcribe en volumen a lo largo de un largo proceso en el que intervienen todos los profesionales, desde el engastador hasta el pulidor. Los artesanos de Cartier se convierten en mensajeros que se sumergen en el misterio de la piedra para ofrecérselo a los demás.