LOS ARCHIVOS

Conservados en Londres, Nueva York y esencialmente en París, los archivos Cartier reúnen registros, fotografías, moldes y dibujos. Una gran variedad de documentos que constituyen un testimonio preciso de la vida diaria de la Maison desde su fundación. De hecho, cada realización está documentada y registrada en ellos, desde su concepción hasta el día de su venta, pasando naturalmente por su realización. Todavía hoy, estos documentos constituyen un auténtico testimonio (especialmente en cuanto a la restauración de piezas antiguas) y representan una verdadera fuente de inspiración para los joyeros de la Maison.

REGISTROS

En París, dado que la Maison está instalada en el 13 de la rue de la Paix desde 1898, los archivos no han sufrido ningún deterioro y están prácticamente completos, desde principios del siglo XX hasta hoy. Además de estos archivos comerciales, otros registros que se remontan al siglo XIX y que cubren una parte de los negocios llevados a cabo en el Boulevard des Italiens ofrecen una visión del Segundo Imperio, periodo fundamental en la historia de la Maison.

 

FOTOGRAFÍAS

Una colección extraordinariamente rica de fotografías acompaña a los registros: desde 1906, como dictaba la costumbre de la industria, se tomaba una fotografía en tamaño real de cada pieza producida en los talleres. En París, esta colección cuenta con unos 40 000 negativos, siendo 30 000 de ellos placas de vidrio secas al gelatino-bromuro. Actualizada diariamente, esta colección fotográfica ofrece una transcripción visual precisa del historial de producción.

MOLDES

París también alberga una de las más bellas demostraciones de la creatividad de los talleres Cartier: una colección única de moldes de yeso del periodo comprendido entre 1990 y 1920. El moldeado en yeso permitía conservar la huella de la curva de una diadema, el volumen de un collar o la altura a menudo considerable de las piedras, elementos difíciles de apreciar en una fotografía. Aún hoy en día, estos moldes constituyen elementos rememorativos de todo un conjunto de piezas que han desaparecido.

DIBUJOS

El proceso creativo está ampliamente documentado en una gran colección de croquis, dibujos preliminares y diagramas de ejecución. En un primer momento, las ideas se expresaban mediante croquis rápidos, a menudo realizados con pluma y reunidos en cuadernos. Paralelamente, las fuentes de inspiración externas, procedentes de diseños arquitectónicos o de álbumes de ornamentación, se dibujaban juntos, en una o varias placas.

Luego, las creaciones del joyero se dibujaban tradicionalmente en papel de calco. Se utilizaban las técnicas del guache y de la acuarela. La composición de la pieza se realzaba con lápiz de grafito. Este método permitía afinar, corregir y encontrar el equilibrio adecuado entre la luminosidad y la densidad de la obra.

Por último, se enviaba al taller el dibujo de producción. Este representaba una vista frontal en tamaño real (los dibujos en perspectiva eran poco frecuentes). Las piedras se describían meticulosamente en términos de color, textura y talla, lo que requería unas normas de diseño muy rigurosas.